Este espacio tiene el objetivo de ser un lugar en donde la critica pueda existir. Vinculado a la historia, las ciencias sociales y los estudios culturales, estas voces que han permanecido ausente por la invisibilización de los campos intelectuales de poder, y la subjetividad de los que dicen contener el "conocimiento científico", han querido emerger desde el nicho de la marginalidad, siendo un volcan que ebulle para dar luces de su pensamiento.

martes, 26 de octubre de 2010

La caída de la "civilización" Maya, más no de su "Pueblo".


Introducción.

El presente trabajo de investigación lo realizamos en torno a uno de los pueblos Mesoaméricanos más importantes del período prehispánico, como lo fueron los Mayas, los cuales desarrollaron una de las civilizaciones más complejas y enigmáticas de América; compleja por su composición política-religioso-económica, a partir de una especie de ciudades-estados, y enigmática por su repentino colapso en su momento de mayor apogeo.

Es así como nuestra labor  estará centrada en el auge y caída de la civilización Maya, en lo que se conoce como el período clásico que comprende aproximadamente entre el 250 y el 1000 d. C. Junto con esto, nuestra mirada se detiene en las teorías que se crearon a partir del abandono físico de las ciudades de la zona selvática, las cuales no sólo tienen una connotación histórico-cultural, sino que además de admiración en cuanto al lugar en el que fueron edificadas.
Estas problemáticas las planteamos a partir de las diversas hipótesis que los estudiosos han desarrollado desde que el primer explorador, John Lloyd Stephens, llegara en 1839 a la zona selvática de Guatemala a desentrañar sus ruinas, quien se hizo acompañar en aquella época por el artista inglés Frederick Catherwood, para obtener los primeros dibujos de sus construcciones y monumentos[1], como se muestra en la siguiente imagen: 
El valle de Palenque según lo considerado hace 160 años, por Frederick Catherwood.
 
Nuestro objetivo a partir de las problemáticas e hipótesis planteadas, si bien es prematuro y arriesgado de nuestra parte apostar a ello anticipadamente, será el de postular que es muy difícil saber a ciencia abierta el porque de la caída de la civilización maya. Para esto, apoyaremos nuestra hipótesis, con premisas inspiradas en algunos teóricos como el profesor Alejandro Lipschutz, quien, avalado por el profesor Alberto Ruz Lhuilier, postula la teoría de que una lucha social interna habría producido el declive y la desaparición de la civilización Maya. Vale decir, que habría sido una implosión social la que habría gatillado el quiebre en la civilización Maya. 

¿Qué es una ciudad-estado?
Se entiende por ciudad-estado, a una ciudad que consta de un exiguo territorio circundante. Aunque los motivos de su origen son variados, predominan las razones de tipo comercial y en consecuencia, también políticas. Esto sería la definición europea de ciudad-estado, inspirada en la Grecia clásica, la cual, por su tendencia a la independencia y lo accidentado del terreno donde se localizó, se organizó en una forma política que se denominó, “Polis” o ciudad-estado, esto por que, estas ciudades formaban un estado políticamente independiente de los demás, aunque se pueden identificar claramente vínculos culturales entre todas estas ciudades pero siempre mantenían un desarrollo independiente.

Todo esta definición, nos puede dar una idea de porqué los Mayas no pudieron constituir una nación íntegra, sino que tal vez por lo accidentado del territorio en que vivían (ver imagen 3, en la siguiente pagina), se vieron obligados a formar ciudades-estados independientes. Respecto de esto, los Mayas nunca constituyeron una nación íntegra y centralizada como los Mexicas o Aztecas, sino más bien ciudades-estados que formaban confederaciones. Se calcula que hacia el 150 d. C. los Mayas iniciaron un desarrollo civilizador, que lo caracteriza la existencia de ciudades cuyas actividades religiosas, políticas, comerciales y culturales, eran muy complejas y variadas. Llegando incluso a categorías artísticas, científicas y religiosas hasta un nivel tan alto, que algunos estudiosos los han comparado con el de los griegos antiguos.[1] Todo lo explicado, debe entenderse dentro de un contexto histórico, ya que la denominación de ciudad-estado se la han dado con posterioridad los investigadores mayistas al ir descubriendo la complejidad de su sistema social-cultural.

Esta cultura en la actualidad ha alcanzado entre los investigadores el grado de civilización, esto debido a que cumple con una serie de características que debe contener una civilización, que consiste en una estructura socio-política elaborada y sumamente integrada que incluye todo los rasgos materiales y funcionales de la vida urbana[2].

Características de una ciudad- estado Maya[3]:

1.      Arquitectura monumental hecha en función a lo religioso (élites), que incluyen habitaciones en la cima de los templos, que utilizan para su techo y forma la “bóveda maya”, la cual sería una representación de la choza en el pueblo maya. (como podemos apreciar en la imagen 4).
2.      Un estilo artístico que buscaba dejar constancia de hechos históricos, como los muros de Bonampak.
3.      Un sistema calendárico y de escritura, que organizaba tanto lo espiritual como lo material.
4.      Entierros majestuosos y muy bien elaborados para una minoría de la población (élites).
5.      Centros urbanos funcionales y altamente planeados.
6.      Una estructura social piramidal, centrada o encabezada por una élite hereditaria, que incluía una serie de especialidades ocupacionales y de oficio, probablemente estratificadas[4].
7.      Juego de pelota de suma importancia ritual y social centrada en la élite.
8.      La creación de poblaciones rurales permanentes de gran densidad, por lo menos en el clásico tardío y probablemente en el clásico temprano, por medio de técnicas agrícolas intensivas de mano de obra de cultivo, riego, drenaje de las partes bajas y almacenamiento de agua.
9.      Una estructura política basada en el control de una región mediante arreglos de parentesco y matrimonio de la élite.

Nos parece, que tanto el concepto de civilización, así como las características de una ciudad-estado que se ha utilizado para denominar a los Mayas, en ambos se deja de lado el concepto de religiosidad o cultura. No son nombrados en la definición inicial de lo que se entiende como ciudad-estado o civilización, lo cual nos da a entender que son significados, significantes de una cultura occidental socio-política actual, para la cual el tema de la religión está relegado a un plano secundario (secularización), y no constitutivo y en la cima de la jerarquía, como sí lo habría sido esencialmente para los mayas. Por lo demás, también nosotros en la actualidad tendemos a poner guiones entra cada uno de estos conceptos: político, religioso o social. Cuando para los Mayas probablemente esto se entendía como un todo, y no por cada una de sus partes, Cuando, para los Mayas, lo  espiritual definía lo material, y lo material lo espiritual:

“Los mayas vivían en un mundo que definía el mundo físico como manifestación material de lo espiritual y el espiritual como esencia del material”. Para ellos, el mundo de la experiencia se manifestaba en dos dimensiones complementarias. Uno era el mundo en que ellos vivían y otro la morada de los dioses, los antepasados y demás seres sobrenaturales. Esta manera de entender la realidad sigue siendo válida para muchos de los descendientes contemporáneos de los antiguos Mayas”[5].

Desarrollo geográfico

La cultura Maya se desarrolló en una extensa área, desde el centro - sur de México hasta Guatemala y Honduras. Esta área se compone de tres diferentes regiones: las montañas o Tierras Altas, la selva tropical o Tierras Bajas y las tierras bajas del Golfo de México y península de Yucatán, cada una con recursos propios y diferenciados. La actividad de los Mayas durante el Período Clásico se centró en las Tierras Altas y Bajas, cuyos centros más importantes fueron Tikal y Kaminaljuyú, respectivamente[1].

A continuación una descripción de las tres regiones que abarco la civilización maya[2] (como lo veremos en la imagen 5):

1ª - Zona Norte:
Que incluye los actuales estados de Yucatán, en su totalidad y la mayor parte de Campeche y Quintana Roo. En tal territorio el terreno es pedregoso y semiárido con partes bajas donde predomina una vasta planicie calcárea con vegetación de monte bajo, con clima regularmente seco y cálido en demasía. No hay ríos de superficie, pero el terreno es permeable y el agua se filtra rápidamente, formando corrientes subterráneas que se abren en bocas naturales llamadas "cenotes".

2ª - Zona Central:
Cuenta desde el río Usumacinta o Grijalba en el actual estado de Tabasco, hasta la parte oriental de Honduras, incluyendo también el Petén guatemalteco, Belice y parte de Chiapas. Tiene un clima caliente y húmedo, con lluvias abundantes en la temporada. La vegetación es de tipo tropical.

3ª - Zona Sur:
Comprende las tierras altas y la faja costera del océano Pacífico, con parte de Chiapas, Guatemala y El Salvador. El clima es templado y frío en las serranías, con zonas calientes y húmedas, pobladas de densos pinares y cipreses en su mayoría. Hay alturas que sobrepasan los 1500 metros sobre el nivel del mar.


La zona selvática donde los Mayas desplegaron su mayor crecimiento (período clásico), es una zona particularmente hostil, ya que el terreno es muy escarpado, lleno de relieves, de clima húmedo y estruendosas lluvias, todo esto, junto a la gran cantidad de vegetación hacían muy difícil el desarrollo de la agricultura en la zona, pero los mayas pudieron establecerse a pesar de todo, aunque no queremos con esto referirnos a posibilismo, ni a determinismo geográfico, sino que nos parece que hubo más bien una comunión con la naturaleza, en la que tanto, como la intervino el hombre, también tuvieron que adaptarse a ella.


De lo simple a lo complejo

Una de las preguntas más enigmáticas que envuelve a esta civilización es de ¿Cómo se formaron? ¿De donde aparecieron estos grandes constructores? Los primeros exploradores de la zona maya, como Guillermo Dupaix y Jean Frédéric Waldeck, abrazaron teorías totalmente occidentalistas pero comprensibles por el tipo de construcción maya, que situaban los orígenes de los mayas en el viejo mundo, comparándolos con los egipcios, los Caldeos y las siete tribus perdidas como portadoras del conocimiento de la civilización. Este enfoque surgía de una clara tradición eurocentrista, en la cual había una clara tendencia de menos preciar el avance alcanzado por las civilizaciones Mesoaméricanas. Fueron muchas las teorías que se plantearon para explicar desde un concepto evolucionista el desarrollo de estas complejas ciudades en Mesoamérica, no dándole una connotación cultural propia, sino que siempre pensando que provenían de culturas europeas.  Es así como uno de los primeros en plantear que estas culturas tenían su origen a partir de sus propias raíces fue el coronel Juan Galindo, una excepción en aquellos años, y que sin embargo, hoy en día es la teoría más aceptada por los antropólogos e investigadores.  Por otro lado, hay que decir que están las teorías que por desgracia son tomadas en cuenta sobre el origen de la civilización maya y que le restan seriedad al estudio de esta gran cultura, son teorías como la del explorador Augustus  Le Plongeon, que dice que los mayas provienen de la ciudad perdida de la Atlántida, como también esta la teoría de Erich Von Däniken que dice que el origen de los mayas provendría de los extraterrestres[1].   

Se cree que los primeros mayas eran bandas de cazadores-recolectores que alrededor del 3000 a. C. habitaron de preferencia las tierras altas, ya que era donde había una mayor variedad de recursos. Además, suponen algunos investigadores que como las regiones selváticas no eran propicias para el nomadismo, estos grupos no la habrían ocupado inicialmente, por lo denso de la vegetación. Ahora bien, el sedentarismo se dio en el período preclásico temprano (2500-1400 a. C.), es decir, aparecen las primeras aldeas agrícolas, en las cuales ya encontramos estructuras religiosas y civiles iniciando el modelo que caracterizaría a las ciudades-estados mayas[2]. 

También se habla sobre las influencias que abrían tenido sobre los pueblos mayas otras culturas –como la Olmeca, la que se cree fue el primer estado de Mesoamérica, durante el formativo tardío, estado prístino del cual todas los demás pueblos Mesoaméricanos habrían recibido influencia, entre ellos los mayas. Que a su vez, la necesidad del intercambio que se daba entre todos estos pueblos de mesoamérica, abría sido la impulsora del traspaso de conocimientos e ideologías, de economías y prácticas (cosmovisión), lo cual los iba a llevar poco a poco desde lo simple (grupos dispersos) a lo complejo (ciudades-estados)[3].

En los inicios de la civilización maya (400 a. C. – 250 d. C.) ya se establece un intenso intercambio de bienes en el área maya, y ya aparecen rasgos característicos del período clásico, es decir, la ciudad-estado y todas las características que esta encierra[4]. 

Es importante establecer que es al parecer el intercambio el que permite que las diversas ciudades-estados tengan una comunicación, y que a pesar de ser independientes, posean una cosmovisión en común. Las ciudades Mayas estaban unidas a partir de sistemas de caminos, las cuales aseguraban las comunicaciones y las redes de intercambio (ruta comercial). Además estos caminos habrían sido usados como vías de peregrinación religiosa de un lugar a otro, de una ciudad a un centro religioso. En todo esto vemos una vez más como la sociedad maya conformaba un todo inseparable, en donde lo económico parece estar supeditado a lo religioso. Esto nos da una idea de cómo el mercado en Mesoamérica tenía una connotación religiosa, que representaba la relación entre el chamán y los dioses, en cuanto a “yo te doy algo, para recibir algo a cambio”. Que en lo espiritual sería “yo te doy mi sangre, y tú me das vida”. Todo lo anterior, lo explicamos para recalcar que quizás estos caminos,  en lo esencial eran parte de la ritualidad Maya, bajo la cual la economía funcionaba.[5]

No podemos hablar de la caída de la civilización maya de las selvas, sin referirnos primero a como funcionaban sus ciudades-estado en su momento de estabilidad. Este momento de estabilidad, o mayor auge como le llaman los investigadores, ocurrió en el período comprendido entre los años 250-1000 d. C., y lleva por nombre período Clásico.

Este florecimiento de la civilización maya en la selva esta muy marcado por la monumentalidad de sus núcleos cívicos, es decir, el levantamiento de estas grandes ciudades en las cuales se puede apreciar estructuras piramidales y palacios monumentales, es característico para entender su auge, ya que estas representaban los centros ceremoniales en los cuales los reyes-sacerdotes realizaban su comunión con los dioses. Hacía ellas peregrinaba el pueblo y su altura refleja la importancia de su imponente ritualidad, ya que incluso diversas poblaciones se asentaban alrededor de estas. Además es importante dejar en claro de que en estas ciudades-estados existió una jerarquía piramidal[6] (como lo veremos en la imagen de la próxima página), en donde la elite ocupaba el centro cívico y el campesinado se movía en la periferia[7]. Este movimiento, que no es otra cosa que el cambio de sus chozas de un lugar a otro, habría correspondido a la rotación a la vez de los campos de sembrados, ya que para mantener la productividad de la tierra, debían utilizar el sistema de la tala y roza[8], tal vez por ello lo ligero del material con las que construían estas chozas (materiales vegetales), ya que debían constantemente trasladarse de un lugar a otro para así respetar los ciclos de crecimiento de la selva. En estos centros cívicos residían los dirigentes políticos, es decir, los sacerdotes, la elite y los mercaderes, los cuales tenían la Función de traer materias primas desde las distintas ciudades-estados Mayas con las que comerciaban[9].   

Mural encontrado dentro del templo de Bonampak en 1946 por el  fotógrafo Giles Healy

La sociedad maya era una sociedad muy jerarquizada y eso es una de las cosas que más llama la atención en sus murales como los de Bonampak (coloca imagen), a lo extenso del período Clásico se puede identificar a partir de vestigios arqueológicos como murales, escritos como los papiros y las crónicas españolas tres grandes grupos que convivían en estas grandes urbes[10]:

Aristocracia: Aunque, sin embargo, hay que tener mucho cuidado con usar términos o adjetivos eurocentristas para separar a estas culturas Mesoaméricanas en clases sociales, ya que cada desarrollo fue independiente en cada zona y continente y característico del sector geográfico al que pertenecieron. Es mejor hablar de una elite, y así lo hacen la mayoría de los investigadores mayistas, esta elite a la cual pertenecía la dinastía o el linaje gobernante eran los que ocupaban los cargos de más alta alcurnia en la sociedad maya (estos cargos eran tanto políticos, religiosos y económicos) y además eran los que manejaban el conocimiento científico, es decir, la astronomía, el calendario, la escritura y el arte. Tanto el arte como la escritura estaban total y absolutamente, al parecer relacionado con la elite y sus hazañas, incluso sus construcciones monumentales apelan al engrandecimiento de esta elite maya (película).

Artesanos: Esta clase conformaba el sector medio de la sociedad maya, eran artesanos especializados en la elaboración de diferentes objetos de lujo que al parecer eran solamente usados por la elite en la ceremonias religiosas. Y esta clase a diferencia de la elite que no trabajaba materialmente (si espiritual, ya que era la que mantenía en equilibrio de este mundo, tanto espiritual como material) cumplía tareas de producción agrícola.

Campesinado: Este campesinado como dijimos anteriormente vivía alrededor de las milpas[11] en permanente movimiento por el sistema de roza. Esta clase era la principal productora de alimentos, especialmente maíz, en el cual giraba casi toda la dieta maya. Además este campesinado era el que aportaba con mano de obra para construir los grandes templos ceremoniales, monumentos y palacios. Al parecer la dirección de la construcción de estos centros cívicos estaba a cargo de lo que se podría llamar arquitectos-ingenieros, es decir, constructores civiles del hoy, que pertenecían a la elite. En la misma construcción de ciudades de este período se puede ver la separación social en estas, recordemos que en esta ciudades-estados solo vivían la elite los artesanos y comerciantes (sector medio), la elite vivía en los palacios y ocupaba los templos para sus ceremonias eclesiásticas y cerca de estos templo se puede apreciar una zona residencial en donde vivían al parecer los artesanos especializados. El campesinado no vivía en estas ciudades-estados; se encontraba habitando la periferia de estas. La máxima autoridad en estas ciudades-estados era el “halach uinic” que era el “verdadero hombre” el cual ejercía tanto el poder político, militar  y además era el hombre de más alto rango a nivel eclesiástico. El y su familia eran sustentados por el campesinado los cuales los veían como divinidades, por lo cual les proporcionaban alimentos como fieles súbditos[12].

En suma, en el período Clásico fue donde los Mayas alcanzaron su máximo apogeo, tanto a nivel religioso, cultural, social y económico y también marca un extenso desarrollo urbano, y además un importante período de influencias en los demás pueblos a partir del intercambio con distintas zonas de Mesoamérica, como por ejemplo Teotihuacan (aunque con esta ciudad las influencias fueron recíprocas) lo cual le valió el tilde de civilización póstuma a su caída, ya que ellos no lo identificaban con esa connotación, tal ves con otro significado, pero eso por ahora no se sabe.

La Caída de la civilización en el período clásico

Lo más enigmático que envuelve a la cultura Maya y ha movilizado a arqueólogos, historiadores, antropólogos y exploradores a investigar y buscar explicaciones, es ¿Porqué al parecer colapsaron en su momento de mayor apogeo? Variadas fueron las hipótesis en un momento y dentro de las teorías que se manejan, una de ellas es la que hizo el profesor Alejandro Lipschutz[13] , que tomada de los destacados mayistas Kidder y Thompson, “atribuyen la ruptura brusca de la vida cultural en el área central, a causas sociales: serían verdaderas revoluciones agrarias como las Jacqueries de Francia en el siglo XIV”[14].

Pero tanto Lipschutz como el profesor Alberto Ruz[15] (quien avaló el libro del primero) no se quedaron con esta sola explicación, viendo causas internas y a la vez externas en la caída de la civilización maya en la zona central. En donde las internas habrían sido de un carácter económico-social:“(...) el desequilibrio entre una tecnología agrícola deficiente y el crecimiento demográfico agravado por la tremenda carga de la supra-estructura sacerdotal, clero improductivo”[16],  según ellos.

Las causas externas que Lipschutz consideraba determinantes, tienen relación con la presión de los pueblos nahuas del siglo X sobre la sociedad maya, pero esta no tiene asidero entre la comunidad arqueológica- antropológica, ya que se ha comprobado que los mayas decayeron mucho antes de la aparición de los nahuas (aztecas). Por lo cual trabajaremos con la hipótesis de aquellas causas internas que habrían provocado el colapso, la cual es, un declive económico en la producción, que junto a la exigencias de trabajo sobre el campesinado, habrían llevado a estos a revelarse contra sus seculares opresores: la nobleza y el sacerdocio[17].

En esta introducción a la obra de Lipschutz, creemos que ya se puede detectar cierto aire marxista, al referirse a supra estructura o clero improductivo, por ejemplo, por lo que empieza adivinarse el camino hacia donde se dirige su hipótesis. Ahora bien, nos gustaría poner en duda la conceptualización de “improductivo” con la que se refiere a la elite sacerdotal, ya que dentro de la sociedad Maya ellos eran los que conectaban a la tierra con los dioses por lo que su misión se entendía en un plano espiritual y no se la puede medir en términos económicos (materiales).

Lipschutz para dar solidez a su trabajo, se apoya principalmente en los murales de Bonampak, los cuales serían una buena forma de conocer “el aspecto de la vida social maya”[18]. A partir de ellos es que se habría conocido, como se ha especulado, sobre el carácter guerrero de esta civilización, ya que como dice el siguiente párrafo: “(...) desde un principio, tenemos que reconocer que al mirar en conjunto las decoraciones de los tres cuartos (murales de Bonampak), se llega a la conclusión de que prevalece indudablemente… un solo motivo: la guerra (Villagra 1949, pp.31)”[19].

Que tan cierta sean estas suposiciones, siempre estará la duda, ya que una interpretación no implica verdad. Hay que considerar que los españoles al llegar a Mesoamérica veían los sacrificios como matanzas, cuando para estas civilizaciones era un acto ritual, divino. A que nos referimos, simplemente a que todo lo que se interprete de estos murales son hipótesis y nada más que eso.

Así mismo Lipschutz, no parece darle mucha importancia a la religión a lo largo de todo el libro, ya que centra y concentra su teoría utilizando términos como: económico, producción, guerra, clases, pero lo religioso es muy poco lo que aparece en su vocabulario. Quizás se puede entender esto por que él es un sociólogo. Pero Alberto Ruz por su parte, quien fuera un importante arqueólogo, también hace conjeturas sobre la guerra, a partir de sus investigaciones y hallazgos en Palenque. Planteamos esto, ya que el trabajo de  Lipschutz abalado por Ruz (como dijimos anteriormente), a partir de interpretaciones sobre Bonampak y otros centros ceremoniales, busca “definir el carácter señorial de su organización político social”[20] y de cómo esta diferenciación de clases aportó en la caída de la civilización Maya. Así aparece expresado en el siguiente párrafo:

“Los argumentos que presenta el doctor  Lipschutz sobre el señorialismo, culminación de un proceso de concentración del poder político que surge del jefismo  sobre su tendencia belicosa, el incremento de los sacrificios humanos como método para imponer su dominio mediante el terror, la desenfrenada construcción sagrada para tener ocupada a la población, “no son meras especulaciones”, ya que se deducen obviamente de los hallazgos arqueológicos”[21] .

Ahora bien, de acuerdo a los murales de bonampak para Lipschutz la interpretación más valida sería que representan todas las etapas de una guerra, desde su preparación hasta su desarrollo y su culminación con los cautivos reducidos y comenzándolos a sacrificar. Pero más importante que esto, es que sería una guerra entre señores y campesinos, los cuales probablemente hayan querido sublevarse[22].

La característica principal del trabajo de  Lipschutz, está en cómo centra toda su teoría en las guerras y en el carácter señorial de su forma de organización social: “… desde el siglo IV o ya antes de eso está  floreciendo la cultura maya con un fuerte sabor a señorialismo”[23]. A lo largo de todo el libro, Lipschutz parece relegar a un segundo plano el tema de la religión. Pero son frases como esta las que molestan mayormente: “En una sociedad de clases las cosas no pueden pasar de otro modo”[24], esto porque el justamente, interpreta que fue una lucha de clases la que hizo caer a la civilización maya. “Guerra y conquista emanan del señorialismo”[25], escribe él, como también se refiere a “levantamiento del pueblo común” o “revolución social”, extensas paginas que nos cuentan una historia de señores, guerras y revoluciones, en lo que parece más una historia del medioevo que cultural Mesoaméricana, en un libro que creemos exagera en algunos párrafos las comparaciones:

pero por otra parte, es licito decir que los mecanismos por los cuales en la historia humana se realiza en medio de la producción agrícola comunal, la transición del jefismo al régimen señorial, son iguales en el mundo entero, por diferentes que hayan sido las condiciones físico geográficas en las que han morado y han evolucionado los distintos componentes de la humanidad”[26]. El evolucionismo y el reduccionismo, que creíamos ya superado en las ciencias sociales, parece reaparecer en el profesor Lipschutz, considerando a su vez los estadios evolutivos que usa para comparar a la cultura Maya con unas de otra época.

Conclusiones

Según la teoría del profesor Alejandro Lipschutz, sería una causa económica la que habría propiciado el surgimiento de las futuras ciudades-estado, esto lo explica a partir de lo que él denomina excedentes agrarios (revolución agrícola) ya que este excedente habría propiciado la creación de los “estados señoriales” o “ciudades-estado”. A que se refiere con esto, simplemente a que el excedente produjo un ocio de parte de la población, este ocio propició la diferenciación de clases, es decir, aparece una clase activa en el trabajo agrícola y urbano, el cual  Lipschutz lo atribuye al campesinado, y otra clase ociosa que sería la elite, la cual ejercería el control sobre esta clase activa, manteniéndola ocupada en trabajos tanto agrícolas como urbanos; es decir, cuando había mucho excedente de productos agrícolas, parte del campesinado prestaba servicios de mano de obra para la construcción de templos y pirámides monumentales, para engrandecer a la clase gobernante, como lo explicamos anteriormente.

Bajo esta mirada, es fácil darse cuenta porqué concluye y centra su conclusión del declive sobre una crisis económica, la que habría producido la revolución social y la caída posterior de la civilización maya, ya que para él, su auge se abría levantado sobre esta base económica, sin considerar la esencialidad que para ellos tenía la religión en su cosmovisión.  Lipschutz a través de su discurso no sólo esta planteando una cuestión, sino que nos esta dando también su respuesta, pero a partir, pareciera, de una teoría económica-marxista de los modos de producción, lo cual nos parece sólo limita su trabajo e induce su imaginación.

Lo anterior lo planteamos, porque le faltó una forma antropológica-arqueológica de interpretar a estas civilizaciones, o más cultural si se quiere, de mirar el surgimiento de estas ciudades-estados. Que explicaría su desarrollo a partir de una forma o visión de mundo (cosmovisión), dentro de la cual todas las estructuras jerárquicas y jerarquizables, sean estas de índole político, económico o social, se veían envuelta. Bajo esta cosmovisión, lo religioso habría sido lo más elevado dentro de estas categorías, y lo religioso no entraba como categoría, ya que representaba la significación de todo lo que el mundo era para ellos.  ¿Pero podrá ser esta teoría a la vez realmente cierta? Porque debemos considerar que todos estos términos son actuales, propio de la actual sociedad, siendo muy difícil hoy en día plantear cualquier certeza respecto de que significaba el mundo para ellos, de cómo sentía, como amaban, o en su momento de esparcimiento los campesinos bromeaban acerca de cualquier cosa. Todo lo cotidiano de estas sociedades se ha perdido lamentablemente, ya que en su escritura (glifo) solo quedó representada una parte de su cultura, lo que al parecer tenía una connotación simbólica o ritual para ellos.

Por nuestra parte, nos parece que es importante poner en cuestión todas las teorías que se han dado sobre el surgimiento de las ciudades estado o su caída, sean estas afirmadas sobre una base económica o tomadas de la religiosidad. Respecto de esto, en el caso de la defensa de la cultura sobre lo económico, un culturalista como E. P. Thompson, nos diría que no se debe reducir el factor cultural de una sociedad a lo simplemente económico[27], ya que esto significaría relegar al ser humano y toda su ideología a la materialidad del mundo. En vista que ya hemos planteado que para los mayas lo espiritual era esencia de lo material ¿pero habrá sido realmente así?

Es importante establecer que si bien  sabemos la economía es importante dentro de una sociedad ¿De verdad es vital? Planteamos esto porque existen también las creencias, la fe, la religión, ideologías que la sostienen y alimentan de otra forma (la espiritual), creencias que conforman una sociedad y la unifican (cosmovisión). Porque ¿Qué pasaría por ejemplo si hoy se derrumbará la creencia en Dios? ¿Que pasaría con nuestra sociedad? Plantearse esto, un colapso religioso, creemos podría ser mucho más extremo en el caso de los mayas, ya que siendo ellos una civilización que ordenaba todo su sistema de vida bajo el concepto de la religión, dentro de la cual lo político y lo económico eran indisolubles a ella, quizás fue la creencia la que dejó de producir fe en el campesinado, quienes viendo que la economía estaba siendo improductiva, habrían interpretado esto como que el rey sacerdote ya no tenía el apoyo o ese dialogo con los dioses, por lo cual entró en caos su cosmovisión. Esta es una de las teorías que más se acepta, la de que se perdió la fe en la clase gobernante, ya que todas las epidemias, catástrofes, guerras y mala producción agrícola fueron interpretadas como que la clase gobernante había dejado de  intermediar entre el pueblo y los dioses, es por eso que se cree que se abandonaron las ciudades, ya que el campesinado dejo de abastecer a la población de las ciudades-estado maya, y por ende estas se vieron forzadas a emigrar hacia otros sectores de Mesoamérica. Y el campesinado al separarse de sus funciones con la elite se preocupo solo de su subsistencia, y se quedo protegiendo estas grandes ciudades que ellos mismo construyeron y ahora sin intermediarios entre los dioses y ellos, hasta el día de hoy siguen con sus costumbres pero siendo ellos mismos la persona directa en pedir ayuda a los dioses[28] (ver imagen 9).

Siguiendo un poco con lo anterior, ¿Qué pasaría? Invirtiendo la pregunta anterior ¿si cayera el capitalismo hoy en día? Quizá en este caso nuestra sociedad colapsaría y sufriría un quiebre y un caos general que nos llevaría a la anarquía. Y tal vez en 2000 años más nuestra sociedad sería estudiada por una civilización espiritual, que bajo sus creencias trataría de interpretarnos. Así como lo hacemos nosotros ahora, respecto de los mayas.

Entender las cosas desde su propio contexto y tiempo es muy difícil, es por ello tal vez que para estudiosos como Marx y Lipschutz, hombres de su época, como todos nosotros, fue tan difícil comprender o interpretar a otras sociedades a partir de otros conceptos que no fueran económicos (eurocentristas), con los cuales estamos tan identificados.
Médico y Sacerdote Maya (2007)

[1] Adams, 1989, pp. 21
[2] Museo de Arte Chileno Precolombino, “Los Primeros Americanos y sus Descendientes”, pp.149
[3] Ídem, 151
[4] Ídem, 153
[5] “El misterio de los Mayas”, The mexican Film Institute.
[6] Ídem. Esto se pudo empezar a inferir con más seguridad, a partir de los hallazgos hechos en Bonampak de murales, en los que además de ver como relatan una victoria Maya, también se relata el modo de celebrar la victoria por la elite y los tipos de autoridades dependiendo de la vestimenta.
[7] Museo de Arte Chileno Precolombino, “Los Primeros Americanos y sus Descendientes”, pp. 154.
[8] Richard Hartzell, National Geographic, “El mundo perdido de los Mayas”. El sistema de tala y roza consiste en la quema de cierto sector de la selva, para lograr su cultivo (la ceniza actúa como abono), mientras el lugar que ya había sido cultivado se va  regenerando naturalmente, hasta el día de hoy se ocupa este sistema.
[9]  Museo de Arte Chileno Precolombino, “Los Primeros Americanos y sus Descendientes”, pp. 154.

[10] Museo de Arte Chileno Precolombino, “Los Primeros Americanos y sus Descendientes”, pp. 164.
[11] Terreno dedicado al cultivo del maíz y a veces de otras semillas, como cacao, etc.
[12] Museo de Arte Chileno Precolombino, “Los Primeros Americanos y sus Descendientes”, pp. 154.
[13] Lipschutz, 1971, pp.13
[14] Ídem
[15] Ídem. En el libro “Los muros pintados de Bonampak” de Lipschutz, Alberto Ruz hace la presentación del libro diciendo que concuerda con todas las hipótesis del autor, y también se puede ver su teoría propia que es idéntica a la de lipschutz, es decir, que una lucha de clases habría propiciado la caída de esta civilización, en el documental “El misterio de los Mayas”, The mexican Film Institute. Donde hacen una revisión de la teoría de este profesor.
[16] Ídem
[17] Lipschutz, 1971, pp. 13
[18] Ídem, pp. 11
[19] Idem, pp. 21
[20] Lipschutz, 1971, pp. 12
[21] Idem, pp. 14
[22] Idem, pp. 27
[23] Idem, pp. 42
[24] Idem, pp. 45
[25] Lipschutz, 1971, pp. 47
[26] Idem.
[27] Adolfo Gilly, pp. 63.
[28] Richard Hartzell, National Geographic, “El mundo perdido de los Mayas”


[1] http://www.precolombino.cl/es/culturas/mesoamerica/maya/index.php


[1] Grimberg. 1985, pp. 116
[2] Adams. 1989,  pp. 18
[3] Adams. 1989,  pp. 19-20
[4] Schele, L. Y D: Freídel. 1998. aunque se da un caso excepcional en un pequeño centro poblacional de río amarillo, que al parecer estaba gobernado por un grupo de señores que no pertenecían al linaje real, sino a un fundador local.
[5] Schele, L. Y D. Freídel. 1998.


[1] “El misterio de los Mayas”, The mexican Film Institute.

Elías Sánchez
Edgardo La Rosa

domingo, 17 de octubre de 2010

LOS TEJEDORES DE LA REVOLUCIÓN: LOS TRABAJADORES DE YARUR Y LA VIA CHILENA AL SOCIALISMO. (Peter Winn).




En este libro, Peter Winn presenta el periodo de la Unidad Popular a través de la historia de los trabajadores de la fábrica textil Yarur, que fue la primera industria en ser tomada por los mismos trabajadores y estatizada por el gobierno de Salvador Allende tras ser elegido en 1970 y fue la primera que por decisión propia inició su camino hacia la vía chilena al socialismo. Winn relata los sucesos que ocurren dentro de la fábrica Yarur desde los inicios de Juan Yarur como comerciante y posterior llegada a Chile a instalar una industria de algodón, hasta el proceso de reivindicación laboral por parte de los obreros y empleados de Yarur que culmina con la toma e intervención estatal de la fábrica en abril de 1971 gracias a la presión de los mismos trabajadores y empleados de Yarur.

Winn, al relatar y analizar el proceso vivido en la fábrica Yarur es una demostración de lo vivido en Chile desde 1932 con el segundo gobierno de Arturo Alessandri Palma hasta el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, que puso término al gobierno de la Unidad Popular, y con ello el fin del sueño de los trabajadores de Yarur de manejar ellos su propia industria y llevarla por el camino al socialismo. Además la experiencia en Yarur refleja lo sucedido durante la Unidad Popular donde a pesar del intento de llegar al socialismo, hubo varias contradicciones en el proceso por parte de los mismos integrantes del gobierno de Allende, además de los intentos por derrocarlo por parte de la Derecha, tanto política como económica, esta última representada en la fábrica que relata Winn, en la figura de la familia Yarur. 

Winn comienza su relato con el punto culmine de la lucha laboral dentro de la fábrica Yarur: la toma la fábrica textil que era la más grande del país en el periodo y comenzó su proceso de estatización. Esta situación representaba varios significados: era la primera industria que tenía el monopolio comercial en su ámbito, el textil en ser traspasado al Estado gracias a la presión y lucha de sus trabajadores, luego de sufrir por décadas humillaciones, trabajo duro y extenso y malos tratos por parte de sus jefes, quienes con disciplina y estricto control social a través del paternalismo y el sistema taylorista, reprimieron a sus trabajadores, con el objetivo de hacer productiva la fábrica y que no hubiera quejas en su contra. Este sistema de control social y laboral de la fábrica Yarur contaba con la colaboración del Estado Chileno, el cual había impulsado la llegada de Juan Yarur, el dueño de la fábrica, a Chile a invertir durante el inicio de la industrialización que era parte del capitalismo dependiente, el cual se benefició con la ampliación de sus negocios y adquirió influencia política con el objetivo de mantener el control sobre sus empresas, en especial la fábrica de algodón y adquirir más opulencia, situación que con la llegada de Salvador Allende al poder, se le complicó al punto que le tomaron su fábrica y la estatizaron.

Además, Winn analiza el movimiento de trabajadores de Yarur, quienes tomaron el programa político, social y económico de la UP como un programa propio, al tener objetivos de carácter más revolucionario, gracias al movimiento de trabajadores iniciado en 1970 y con su profunda politización. Este estudio de caso que realiza Winn sobre los trabajadores de Yarur durante el periodo de la UP, es también del estudio de una “revolución desde abajo”, es decir llegar al socialismo desde los movimientos populares como los pobladores, campesinos y sindicales, que sería en este caso los trabajadores de la fábrica Yarur, la que fue a la vanguardia con el proceso revolucionario. Winn se desmarca de los análisis políticos y económicos del periodo de la Unidad Popular, donde la visión del proceso vivido ha sido más bien “desde arriba”; Winn realiza un estudio de la UP “desde abajo”, donde toma en cuenta a los actores y movimientos sociales como los sindicales, situación que no ocurre con los que analizan la UP desde lo político.

Esta “revolución desde abajo” lo propone Winn al observar a los trabajadores de Yarur que tomaron esta idea como propia dentro de su dinámica interna, y que al tomar su lugar de trabajo, otros movimientos sindicales se tomaron sus fábrica e exigieron a Allende que estatizaran sus industrias, lo cual hizo que la revolución desde abajo, empezara a ganarle a la revolución desde arriba propuesta por Allende con una cauta estrategia para llegar al socialismo, lo que empieza a provocar una confrontación con su principal masa de apoyo, lo que trajo como consecuencia que el programa de transformaciones estructurales se viera acelerado y el proceso revolucionario radicalizado, y que el Centro, la DC, se moviera hacia la Derecha y las clases medias empezaran a pedir la contrarrevolución.

Esta confrontación entre la revolución desde arriba y la revolución desde abajo, representada en Winn en los trabajadores de Yarur y Salvador Allende, es el reflejo de situaciones importantes no resueltas del liderazgo y de la estrategia revolucionaria, ya que luego de la toma y estatización de la fábrica no había una claridad sobre quien determinaba el ritmo y la dirección del proceso revolucionario, y quien decidía sus táctica y estrategias. Esto provoco que dentro de la UP emergieran ciertas rivalidades por cómo y quién debía llevar a cabo la vía al socialismo en Chile. Es por ello que la toma de la fábrica Yarur y sus posteriores consecuencias acentuaron la tensión entre la revolución desde abajo y la revolución desde arriba, la lucha entre trabajadores y políticos, el choque entre los dirigentes y las masas con sus diferentes visiones del proceso revolucionario. Para Winn, esta tensión nunca se resolvió y al final resultó ser fatal para la revolución chilena, aunque también hubo otros factores adyacentes a lo vivido por la UP, y que la toma de Yarur marca un punto de quiebre en lo que siguió posteriormente en el gobierno de Allende.

Winn propone en el libro realizar una historia del trabajo contada por los trabajadores a partir de sus experiencias e historias de vida. Además propone una visión distinta de la UP a partir de su fusión de la historia desde arriba con la historia desde abajo, donde se combina la microhistoria con las percepciones de la historia oral y las fuentes escritas. Winn toma desde la experiencia de los trabajadores de Yarur, la trayectoria laboral, la formación de conciencia y las divisiones de clase que reflejan distintos caracteres, mentalidades y visiones políticas. La fábrica Yarur para Winn es un ejemplo de la industrialización por sustitución de importaciones y de la organización laboral paternalista que caracterizó al Frente Popular y a la era posguerra, y por lo tanto fue un símbolo en el proceso al socialismo que se intento efectuar en la UP al ser tomada e intervenida por sus propios trabajadores, los cuales crearon la industria “Ex-Yarur: territorio libre de exportación”, que fue un punto decisivo en la revolución chilena.

El texto se divide en cinco partes: en la primera parte, Winn narra los orígenes de Juan Yarur, como empezó a enriquecerse y como llegó a Chile previo paso por Bolivia. Sigue el relato con la instalación de la fábrica Yarur en el sector cercano al Zanjón de la Aguada en Santiago y el sistema de contratación de Yarur donde elegía preferentemente a personas que provenían del campo para así controlar a sus trabajadores y someterlos a su estricto sistema de trabajo basado en el paternalismo y las lealtades. Al morir Juan Yarur, la fábrica con otras inversiones realizadas en Chile quedaron a cargo de sus hijos Jorge y Amador Yarur. Jorge Yarur instauró el sistema taylorista en la fábrica, el cual aumentó el control laboral y social a los trabajadores de Yarur con el objetivo de mejorar y modernizar la productividad. Luego Jorge Yarur traspasa el mando a su hermano Amador quien retoma el paternalismo de su padre para controlar a sus trabajadores con el sistema taylorista como aliado. Los trabajadores por su parte al ver los abusos a los que habían estado sometidos y a los bajos salarios que recibían, se movilizan, intentando formar un sindicato propio, fracasando una y otra vez en sus intentos hasta llegar a un punto culmine en 1962 cuando van a huelga, pero que fracasa gracias a la represión de Amador Yarur y sus leales, y del gobierno de turno, a cargo de Jorge Alessandri. Esto provoco que los denominados viejos de la fábrica al verse reprimido mantuvieran una actitud pasiva y temerosa, y el sindicato en manos de Yarur. Luego Winn relata la larga marcha de la izquierda chilena, donde se tuvo que aliar con partidos de centro para llegar al poder como el Frente Popular con Pedro Aguirre Cerda como presidente, donde sus estrategias políticas eran divergentes y chocaban constantemente, y donde resaltaba la figura de Salvador Allende, quien conocedor de estas dificultades vividas por la izquierda intenta llegar a la presidencia en 1970, con una masa popular que se iba democratizando mas y con un programa que llevaba al socialismo por la vía democrática, lo que provoca que la masa popular se dirija a la izquierda como el resultado del fracaso de la formula reformista propuesta por la DC y la crisis del llamado modelo ISI. La posibilidad de que Allende y la UP lleguen al poder reabren las esperanzas en aquellos trabajadores de Yarur que querían recuperar su sindicato y mejorar sus condiciones laborales, situación que empezó a entusiasmarlos cuando Allende llegó al poder en noviembre de 1970, pasando por una serie de situaciones que ya se han visto.

En la segunda parte, Winn se centra en cómo tras el triunfo de Allende, los trabajadores de Yarur se empezaron a organizar para recuperar su sindicato. Fueron los jóvenes obreros, quienes con ideas cercanas a la izquierda producto de sus experiencias tanto en el campo como en la ciudad y con una conciencia política y social más desarrollada empezaron a organizar al resto de los trabajadores de Yarur. Comenzaron su movilización de forma clandestina y cauta para que los leales de Amador Yarur nos los descubrieran ante el fuerte y represivo control social. A medida que la elección presidencial de 1970 se acercaba, los jóvenes de Yarur se organizaban para recuperar el sindicato y convocar a más trabajadores. Amador Yarur también su jugaba sus cartas con el objetivo que si Allende salía elegido no le quitaría la empresa, situación que para él no le resultó del todo. Además quería saber quiénes eran los encargados del movimiento que se estaba produciendo en su fábrica para reprimirlos antes que Allende llegara al poder. Esto finalmente no ocurrió, Allende sale elegido presidente y el movimiento “Liberación Sindical” que era comandado por los jóvenes ya contaba con un grupo importante de trabajadores de la fábrica para presionar a Yarur de realizar elecciones sindicales y así recuperar el sindicato que estaba en manos de los llamados “amarillos” que era un sindicato apatronado en manos de los leales de don Amador. Es así como Winn sigue el relato con el proceso eleccionario del sindicato dentro de la fábrica Yarur, donde los jóvenes quienes comenzaron a contactarse con partidos y organizaciones ligadas a la UP como el PS y la CUT, iniciaron una campaña con los viejos, que tenían la mayoría de los votos, con el fin de que votaran por su movimiento sin temor a nuevas represalias por parte de Yarur. Finalmente los jóvenes obreros recuperan el sindicato ganando la elección con 1.300 votos y luego de sufrir dificultades en el proceso como las amenazas de las brigadas de choque de Yarur. Winn también narra el proceso de sindicalización de los empleados de Yarur, quienes cansados de los abusos y bajos salarios por parte de su jefe, se organizan para formar un sindicato en concordancia con las ideas de sus compañeros obreros. Sin embargo, el sindicato de los empleados también tuvo dificultades en su formación, producto del poder de Yarur. Sin embargo, y para pesar de don Amador, los empleados logran formar su sindicato con 27 socios para posteriormente pasar a 400 a gracias a la ayuda de funcionarios del gobierno recién formado de la UP y a la conciencia política que se empezó a adquirir en la fábrica tanto en obreros como en empleados, quienes empezaron a presionar a don Amador para mejorar las condiciones laborales dentro de la fábrica, situación que Yarur desestimó varias, provocando que su intransigencia junto con la efervescencia de la UP, hicieran que los trabajadores de Yarur tomara la determinación de apropiarse de la fábrica y ser ellos sus dueños, iniciando un camino revolucionario.

En la tercera parte, Winn expone su tesis central del libro, donde se pregunta que para llegar al socialismo se requiere de reforma o revolución, es decir, llegar con una revolución desde arriba, que era lo que proponía Allende y el PC, o la revolución desde abajo propuesta por el PS y el MIR Este choque de tácticas y estrategias se refleja en la situación de Yarur, donde sus trabajadores ante la porfía de su dueño de no mejorar sus condiciones laborales, se deciden por tomarse la fábrica y estatizarla, aunque eso si debieron esperar el escenario electoral de 1971, el cual favoreció a la UP, por lo que se facilitó su propósito. Además, Winn analiza la situación de la fábrica de Yarur, que representaba el monopolio comercial que quería poner fin la UP, además de haberse iniciado un movimiento sindical sin una militancia política y con participantes jóvenes sin experiencia y con conciencia social en su gestación. Sin embargo, a medida que se politizaba la sociedad chilena durante el gobierno de Allende, los trabajadores de Yarur también se politizaron al insertarse en partidos de la UP como el PS, el PC, el MAPU, incluido el MIR.

En la cuarta parte, Winn relata el proceso de toma de la fábrica Yarur, como un punto culmine del la presión de la revolución desde abajo hacia la revolución desde arriba, a través de las discrepancias entre el sindicato de Yarur y Salvador Allende sobre la toma y estatización de su fábrica, a pesar de que hubo un trabajo sigiloso entre integrantes del gobierno de la UP como Pedro Vuskovic y Oscar Guillermo Garretón, pero que se encontraron con la cautela de Allende por estatizar la fábrica Yarur, ya que quería mantener la vía democrática a través del diálogo y negociación con los sectores opositores a su gobierno. Sin embargo, y por la presión que sintió Allende desde su masa de apoyo, los trabajadores, dio inicio a la estatización de la fábrica Yarur, el 28 de abril de 1971, es decir, casi 2 meses después de haber recuperado el sindicato, que ya estaba paralizada por la huelga del sindicato de obreros y empleados quienes la utilizaron con el objetivo de tomarse la fábrica y lograr la intervención estatal, cansados de los múltiples abusos laborales, sociales y económicos de Amador Yarur, incluyendo denuncias de sabotaje por parte de sus leales.

Y en la quinta parte, Winn narra las consecuencias de la estatización de la fábrica Yarur, el cual reflejó mejor la forma de llegar al socialismo dentro de los desarrollos productivos de la fábrica y en las relaciones sociales y laborales, donde en un ambiente politizado, los trabajadores tomaban sus propias decisiones a través de asambleas y la formación de los cordones industriales que defenderían el camino al socialismo. Sin embargo, la fábrica Yarur no estuvo exenta al contexto que se vivió en Chile durante lo que restó del gobierno de la UP, donde la polarización de la sociedad se fue acrecentando cada día más hasta llegar a un punto sin retorno con el inicio de la contrarrevolución por parte de la Derecha, la DC y los sectores altos y medios. Winn analiza que la fábrica Yarur se acomodó a la situación del país de manera más efectiva que el gobierno de Allende y la UP, al verse enfrentado estos últimos a las diferencias tácticas y estratégicas para llegar al socialismo, además de solucionar la crisis con la inclusión de los militares al gobierno. Sin embargo, el sueño de Allende, la UP y los trabajadores de la fábrica Ex Yarur: Territorio Libre de Exportación, llegaría a su trágico final con el golpe Estado perpetrado por los militares con ayuda de la Derecha, la DC y EE.UU, el 11 de septiembre de 1973, donde se instauró una dictadura que reprimió duramente a los que fueron parte de la UP, incluido los trabajadores de Ex Yarur, quienes sufrieron con el despido masivo de sus compañeros, la drástica baja en sus salarios, la detención y desaparición de algunos de los dirigentes del sindicato, lo que los dejo con el trauma de que su sueño había muerto con el regreso de Amador Yarur a la fábrica y controlado por las FF.AA.

Winn propuso al estudiar la historia de la fábrica Yarur y sus trabajadores, quiso dilucidar parte de la historia del siglo XX en Chile a través de una historia local, aunque utilizando la historia oral con la historia del trabajo enfocado más en lo social. Aporta al conocimiento histórico en basarse en un caso para explicar un fenómeno más general como fue el periodo de la Unidad Popular, el cual está lleno de situaciones que la historia debe estudiarla, analizarla e interpretarla y no enfocarse solamente en lo político. Sin embargo, este texto genera en el lector una sensación de que el sueño de una sociedad mejor era posible, pero que fue truncado por diversos factores algunos que ya han sido vistos y otros que requieren de más estudio. Además, al tomar en cuenta que la fábrica Yarur fue la primera industria en ser tomada por los trabajadores e intervenida por el Estado, situación que otras industrias la tomaron como ejemplo para sus propios procesos de estatización, Winn no observó más detenidamente otros procesos de tomas e intervenciones estatales como la de los campesinos y pobladores que permitiera complejizar mas el fenómeno de la revolución desde abajo que presionó a la revolución desde arriba por llegar al socialismo.

Finalmente hay que destacar que el texto de Winn sobre los trabajadores de Yarur y su vía al socialismo representa lo sucedido en el periodo de la Unidad Popular, donde los trabajadores tuvieron su sueño realizado, pero que a la vez se convirtió en el sueño truncado por las divergencias en las estrategias por llegar al socialismo, la ferrea oposición de los sectores económicos altos y medios representados en la Derecha y la DC, y el abrupto final del gobierno de Allende con el golpe de Estado de 1973.

Andrea