Este espacio tiene el objetivo de ser un lugar en donde la critica pueda existir. Vinculado a la historia, las ciencias sociales y los estudios culturales, estas voces que han permanecido ausente por la invisibilización de los campos intelectuales de poder, y la subjetividad de los que dicen contener el "conocimiento científico", han querido emerger desde el nicho de la marginalidad, siendo un volcan que ebulle para dar luces de su pensamiento.

domingo, 7 de noviembre de 2010

“PLAN DE RECONSTRUCCION DE VALPARAISO TRAS EL TERREMOTO DEL 16 DE AGOSTO DE 1906: SUS IDEAS URBANAS."





Introducción:
La ciudad de Valparaíso vivió en su mejor momento como ciudad un desastre: el terremoto del 16 de agosto de 1906, evento que le dejó prácticamente en ruinas. Es por ello que el Estado y los grupos más importantes de la ciudad, empezaron a planear su reconstrucción desde una visión de ciudad, es decir, una idea urbana que existía con respecto a cómo debía ser Valparaíso, el principal puerto del Pacífico, dándole un cierto orden a la morfología y estructura urbana, a partir de una producción arquitectónica de la elite, donde se tomaron ideas traídas desde Europa y también por lo realizado en Santiago por Vicuña Mackenna, donde la celebración del Centenario de la República, se marca como un punto de referencia para la reconstrucción de Valparaíso. Es por ello que se propuso caracterizar y comprender las ideas urbanas que estuvieron en el Plan de Reconstrucción de Valparaíso, a partir de lo que pensaban las autoridades nacionales, provinciales y municipales, la elite porteña y los inmigrantes extranjeros, sobre cómo debía ser Valparaíso como ciudad, específicamente en el barrio El Almendral, en su configuración morfológica y estructura urbana tras la remodelación urbana, para así dar cuenta de la hegemonía de la clase dominante, por sobre los demás sectores sociales del Puerto. Esto fue posible gracias al análisis de los diferentes discursos que existían sobre lo sucedido en Valparaíso con respecto al terremoto de 1906; las propuestas que surgieron para reconstruir la ciudad; las ideas urbanas que estuvieron tras ello; y lo que se realizó finalmente en la ciudad. Estos discursos, pueden ser encontrados a través de la revisión de la prensa y de los distintos documentos oficiales, e interpretados desde la metodología cualitativa, es decir, el análisis de contenido, para así comprender que ideas urbanas tuvieron los grupos importantes de Valparaíso para su reconstrucción y cómo fue concretado. Además se observaron estas ideas, a través de la iconografía, las imágenes que retrataban como era la ciudad antes, durante y después del terremoto de 1906; los planos para su reconstrucción; y lo que se construyó y reconstruyó en Valparaíso desde: mapas, planos, dibujos, pintura y fotografías de su morfología, estructura urbana y  arquitectura resultante.


Análisis Teórico sobre la ciudad y las ideas urbanas:
La ciudad es el lugar de encuentro y asentamiento de los seres humanos, los cuales pueden desarrollar sus relaciones sociales, políticas, económicas, culturales, religiosas, entre otras. La disciplina que en que se enmarca el trabajo, es la Historia Urbana, la historia de las ciudades, su evolución histórica, ya que a partir de la historia de la ciudad se puede observar procesos históricos, sociales, políticos, económicos, culturales. La Historia Urbana nace como una disciplina complementaria a la Historia Económica, ya que fue el comercio el que incidió en la evolución histórica de las ciudades. Los estudios de Historia Urbana surgen en la década de los sesenta, cuando se investigaron  las ciudades coloniales de América Latina. Es Richard Morse, quien se concentró en las funciones de la ciudad latinoamericana y su legado ibérico. También aparecieron investigaciones como la de Carl Sauer, el cual se interesó en las consecuencias de larga duración del primer contacto europeo, con el mundo americano. Dentro de América Latina, se encuentra autores como Tulio Halperin, Jorge Enrique Hardoy, José Luís Romero y “Latinoamérica: la ciudades y las ideas” y Ángel Rama y “La Ciudad Letrada”. En el caso de Chile se encuentra Armando de Ramón y su texto “Santiago de Chile: Historia de una Sociedad Urbana”, además de Patricio Gross y María Ximena Urbina.[1] La Historia Urbana se le vincula a la historia local, ya que también toma como objeto de estudio una localidad, que en este caso es la ciudad, que es vista desde distintos aspectos como la demografía, la economía, la sociedad, la cultura, la morfología urbana, la estructura urbana, entre otras. Estos últimos aspectos de la Historia Urbana, sirven para ver la evolución de la ciudad, en este caso, Valparaíso. La Morfología y Estructura Urbana, que en la tesis de pregrado fue unificado en un solo concepto se definió como la forma física de la ciudad, la cual se le da una organización y una función según diversos aspectos como lo social, lo político, lo económico, entre otros.



En cuanto a la Idea Urbana como concepto, está relacionado con el tema de la representación en la ciudad, ya que es la visión objetiva y subjetiva que tiene un cierto grupo de poder, público y privado, que es la elite oligárquica de Valparaíso, con respecto a la ciudad que se desea alcanzar, y que va asociado al diseño urbano y la planificación urbana. Desde el plano de la representación, está Roger Chartier y su texto “El Mundo como Representación”, que habla desde la historia cultural y la historia de las mentalidades, la representación del mundo social, a través de prácticas y formas que tiene una sociedad como la porteña, el cual ve materializado sus representaciones e ideas urbanas en la ciudad.[2] También la Idea Urbana es tomada desde la representación que tiene la ciudad, como una forma de poder y discurso por parte de poderes públicos y privados, que la utilizan para su propio beneficio, como es el caso de la elite porteña al realizar el Plan de Reconstrucción. Esta teoría se puede ver en Michel Foucault y su texto “La Arqueología del Saber”, donde habla de la existencia de dispositivos de control de poder, que a través de la ciudad instrumentaliza el discurso por parte del dominante, la elite porteña, hacia el dominado, los sectores populares de Valparaíso en el Plan de Reconstrucción.

A partir de la Idea Urbana que se le da a la remodelación de una ciudad, trae consigo la Planificación Urbana, que es la forma que existe para diseñar, planear y realizar algo concreto en la ciudad por parte del Estado, las autoridades locales y los grupos locales, la cual va asociada al diseño urbano, para posteriormente concretar la planeación urbana, y lograr el desarrollo de la ciudad en todos sus ámbitos. Uno de los teóricos y críticos de la planificación urbana es Peter Hall, quien su obra “Ciudades del Mañana”, observa el planeamiento urbano que ha existido desde la formación del Urbanismo, además de realizar una crítica a los planificadores urbanos, quienes no toman en cuenta a la población, sus formas de vida y su mentalidad a la hora de planear una ciudad. Critica la arrogancia y el idealismo de los planificadores urbanos; y la distancia que existe entre la teoría y la práctica del urbanismo, es decir, entre las ideas urbanas y su aplicación, entre las ciudades de la teoría y los intentos de convertirlas en realidad.

Finalmente se llega al concepto de Espacio Público, al ser tomado como ejemplo para la representación de la elite porteña a través del Plan de Reconstrucción de Valparaíso. El espacio público es aquel espacio donde se congregan diversos grupos sociales para desarrollar actividades sociales, políticas, culturales y recreativas, que es un punto central dentro de la ciudad. Según Olga Segovia y Ricardo Jordán, el espacio público proviene de la entre la propiedad privada y la propiedad pública, lo que implica reservar el suelo libre para las construcciones, y para los usos sociales como el esparcimiento, los actos colectivos, el transporte, las actividades culturales y comerciales. El espacio público cumple funciones materiales y tangibles, ya que es el soporte de las actividades. Segovia y Jordán definen el espacio público a partir del uso, y no del estatuto jurídico.  El espacio público tiene dimensiones físicas, sociales, culturales y políticas.[3] Además esta Juan Carlos Yáñez y su texto “Estado, Consenso y Crisis Social. El Espacio Público en Chile 1900-1920”, donde ve el espacio público del periodo parlamentario, que es el contexto temporal de esta investigación, que era la Cuestión Social, al considerarse como un espacio político del bien común, ya que redefinió la política y las relaciones de poder al interior de la sociedad chilena.

3-Las Ideas Urbanas detrás del Plan de Reconstrucción de Valparaíso:



Para reconstruir la ciudad de Valparaíso tras el terremoto del 16 de agosto de 1906, en especial el barrio del Almendral, fue necesario tener ciertas ideas urbanas, para así planificar y organizar mejor la ciudad. Es por ello, que cuando se planificó la reconstrucción de Valparaíso, los encargados de realizar esta labor, la Junta de Reconstrucción del Almendral, ya tenía varias ideas urbanas sobre como reconstruir la ciudad-puerto, para que así estuviera renovada para el Centenario, situación que finalmente no fue así. Sin embargo, también había otras ideas urbanas que fueron propuestas por otros sectores como la prensa, expertos en materia de urbanismo y construcción, y personajes importantes de Valparaíso, quienes también aportaron a la reconstrucción de la ciudad. Las ideas urbanas encontradas se clasificaron de tres formas: las ideas urbanas presentes en los discursos, las ideas urbanas presentes en las formas de construcción y las ideas urbanas presentes en los principales movimientos arquitectónicos de la época estudiada.


Dentro de los discursos que se encuentran como Idea Urbana, estaba la idea urbana de “una ciudad moderna”, que se encontró en la prensa, hablaba sobre la formación de calles anchas, espacios públicos ampliados y arbolados y edificios con una construcción más firme y concreta. Surgió en las ciudades europeas que estaban viviendo el proceso de Revolución Industrial, las cuales cambiaron en su morfología y estructura urbana producto de la industrialización vivida en el siglo XIX y a la explosión demográfica desde el campo a la ciudad, situación que vivió Valparaíso en ese periodo y que fue uno de los factores para declararla como Patrimonio de la Humanidad, ya que gran parte de los edificios del periodo se han conservado en la actualidad, además de ser puerta de entrada hacia el Pacífico por el Estrecho de Magallanes. Donde se refleja esta idea de ciudad moderna es en el Plano del Almendral de la Junta de Reconstrucción, que fue la encargada de realizar el Plan de Reconstrucción de Valparaíso, que también fue llamado Proyecto de Transformación del Almendral, y que aprobado por el Congreso y promulgado por el Presidente Pedro Montt con la ley Nº 1887, el 6 de diciembre de 1906, donde en uno de los artículos se nombra una Junta de Reconstrucción que sería la encargada de concretar el Plan. Estaba integrado por Enrique Larraín Alcalde, intendente de la provincia de Valparaíso, el alcalde de Valparaíso, Enrique Bermúdez y 5 vecinos de la ciudad, que eran integrantes de la elite porteña y estaban entre otros Alejo Barrios, Domingo Víctor Santa María y Alejandro Bertrand, quien fue el que diseñó este plano.

La idea de la ciudad moderna, está asociada a la ciudad industrial de la Europa del siglo XIX, era la idea de desarrollar y organizar una ciudad según la función que se le podía dar a cada parte de la ciudad, ya que se encontraba en crisis por estar en malas condiciones higiénicas y había una sobrepoblación. Sin embargo, para el caso de Valparaíso, la idea de la ciudad industrial era la oportunidad de aprovechar el terremoto de 1906 de realizar una limpieza natural de las estructuras frágiles, antiguas y mal construidas. Un ejemplo de ello era el plano de la Junta de Vecinos de Valparaíso, quienes querían aprovechar la situación de desastre para construir una ciudad más ordenada y limpia y con elementos más modernos como el alumbrado público, donde estaba la idea de expropiar todo el barrio de El Almendral.

Esta situación de la ciudad moderna, es aplicada a Valparaíso, ya que era una de las principales ciudades del Pacífico Sur Oriental, debido a que era la puerta de entrada hacia ese mercado. Esto permitió la llegada de inmigrantes europeos, los cuales venían con ideas urbanas relacionadas con los inicios del urbanismo como la disciplina encargada de planear las ciudades de acuerdo a un diseño urbano. Un ejemplo traído desde Europa es el Plan de París, del prefecto y barón de Haussmann, quien planifica la ciudad de París en 1853. El plan de París consistía en grandes avenidas radiales, con una arquitectura uniformada y con amplios espacios públicos como parques y jardines con el objetivo de facilitar las vías de comunicación en la ciudad y de mejorar los servicios públicos,[4] y que se tomó como ejemplo en A. Latina para borrar su pasado colonial presente en las ciudades. En el caso de Valparaíso, se vio reflejado en el ensanche de calles como la Av. Brasil o Gran Avenida y en otros planes de reconstrucción.



Otra Idea Urbana presente en el Plan de Reconstrucción de Valparaíso es la idea de Vicuña Mackenna que fue tomada por varios diseñadores urbanos del periodo, entre ellos el Director de Obras Municipales de Valparaíso, el Ingeniero Abelardo Arriagada, de adoptar lo realizado por Vicuña Mackenna como Intendente de Santiago en la segunda mitad del siglo XIX cuando desarrolló el Plan de Transformación de Santiago, donde además de desarrollar el Camino de Cintura que dividió a Santiago en la ciudad propia para la elite y la ciudad de los suburbios para los sectores populares, formó paseos públicos como el Cerro Santa Lucía y mejoro las calles de Santiago. En el caso de Arriagada, que también tomó las ideas de Haussmann sobre la formación de boulevares en Valparaíso, tomó la idea de Vicuña Mackenna de formar el Gran Parque Argentina en la puntilla del Cerro La Cruz, dando a entender que quería hacer algo parecido al Cerro Santa Lucía. Sin embargo, la idea de Vicuña Mackenna es clasista ya que quería apartar a los sectores populares de la ciudad y llevarla a la periferia, situación que se asemeja a lo planteado por Ángel Rama en “La Ciudad Letrada”, donde menciona que existe la ciudad letrada para la elite y la ciudad real para los sectores populares.

Otro plan presentado para reconstruir Valparaíso, y que también sigue la idea de la ciudad moderna, es el plano del Comité de Propietarios, desarrollado por el Ingeniero Carlos F. Claussen. El plano de transformación del Almendral del Comité de propietarios fue diseñado como una respuesta al proyecto de Arriagada, que no convencía a los propietarios del barrio, ya que solo favorecía a los que no fueran perjudicados con la expropiación parcial planteada por Arriagada. El trazado presentado por Claussen, obedecía al propósito de dañar lo menos posible los intereses de los propietarios damnificados por el terremoto de 1906, además de rectificar, ensanchar y embellecer las vías de comunicación y darles su nivelación definitiva. Se tomó en consideración que la ciudad era comercial y de planta estrecha, en donde no había cabida para boulevares a otras calles que no estaban en armonía con la población del periodo, ni la que cabría en ella en el futuro. La idea urbana que se aplicó en el plano del Comité de Propietarios, realizado por Claussen, es lo que se consideraba como los principios más modernos sobre urbanización, es decir, el trazado de nuevas ciudades; aunque también se puede referir a la idea de la ciudad moderna, es decir, calles amplias pero que se siguen considerando como estrechas, más ordenadas y limpias.

Se considera dentro de la idea de la ciudad moderna, el tema de la mentalidad progresista, cuyos partidarios indicaban, que las condiciones del suelo del Almendral, requerían de la incorporación de tecnologías constructivas modernas y de la renovación completa del trazado urbano. La mentalidad progresista, habría tenido un papel fundamental en la transformación y configuración urbano-arquitectónica de Valparaíso entre la segunda mitad del Siglo XIX y principios del XX, donde las manifestaciones urbano-arquitectónicas están relacionadas con la modernidad decimonónica[5]. Dentro de la mentalidad porteña hay que observar que existía una actitud desprejuiciada, que era más liberal y pragmática que otras ciudades como Santiago, lo que provocaba que hubiera una apertura hacia la modernidad. Además, la mentalidad progresista estaba en una constante actualización, en la medida que las necesidades y exigencias de la ciudad y su entorno así lo requirieran, haciendo que Valparaíso siempre estuviera en un continuo proceso de transformación urbana. Es así como la mentalidad progresista porteña, se ve concretada en la reconstrucción de Valparaíso, en la idea de la estructura metálica como forma de construcción.

Otra Idea Urbana era la idea higienista, que consistía en limpiar Valparaíso de los males que lo aquejaban en el ámbito urbano. Esta idea se encuentra en el texto de Luis Álvarez “Origen de los Espacios Públicos en Valparaíso: el discurso higienista y las condiciones ambientales en el siglo XIX”, donde da cuenta el afán social e higienista que existía desde la segunda mitad del siglo XIX, para llevar a cabo medidas sanitarias que permitirían mejorar la ciudad en cuanto a su aseo e higiene. La idea higienista se encuentra en la prensa, donde se tomó dos artículos del doctor Enrique Deformes. El primero, que fue publicado en El Mercurio el mismo día del terremoto, el 16 de agosto de 1906, donde manda un mensaje al alcalde de Valparaíso para que pavimentara y limpiara la ciudad con el fin de evitar enfermedades al estar la ciudad con desechos y basuras en sus calles y quebradas, y que con la llegada del invierno la situación empeoraba con las inundaciones. Y el segundo artículo, también se publicó en El Mercurio el 10 de diciembre de 1906, es decir 4 días después de promulgada la ley de Transformación del Almendral, donde analizó como reconstruir la ciudad, en cuantos a sus calles y edificios. La idea higienista se vio concretada en el abovedamiento de quebradas como el del Estero de las Delicias en Av. Argentina, tal como se puede ver en la foto que data de 1913 y está en el texto de Álvarez. Esto da cuenta de que la reconstrucción de Valparaíso duró más allá de 1910, situación que confirma María Ximena Urbina quien señala que el Plan de Reconstrucción duró hasta 1912, cosa que no se puede confirmar con mayor precisión y requiere ser profundizado.

En las ideas urbanas a través de las formas de construcción, se encuentra lo siguiente: luego del terremoto de 1906, se vio la necesidad de readaptar la forma y los métodos de construcción, lo que provoco que los arquitectos abandonaran las antiguas formas de construcción, para así evitar revivir el desastre de Valparaíso en 1906, integrando nuevos esquemas arquitectónicos, con una función más racionalista dentro de las obras. Es así como en Valparaíso, surgieron después de 1910, sistemas de construcción basados en muros perimetrales en base a albañilería arriostrada con pletinas metálicas. Los edificios que fueron construidos bajo esta técnica, en su interior fueron divididos con tabiquerías de madera y relleno de adobillo.[6] A partir de 1913, producto de la necesidad de realizar construcciones a mayor altura, se vio la aparición de las primeras técnicas basadas en los rieles metálicos con recubrimiento de hormigón en masa. Esto se vio reflejado en edificios como el Mercado del Cardonal (1912) y la Biblioteca Pública Santiago Severín (1920).

El sistema de construcción en Valparaíso en ese periodo, había pasado de la construcción en madera a la construcción en pendiente, lo que permitió que las edificaciones fueran más innovadoras por la dificultad que presentaba la topografía de Valparaíso y a su morfología urbana. Según Duarte y Zúñiga, “es característico en la arquitectura de Valparaíso una aplicación pragmática y honesta del avance tecnológico.”[7] Esto se ve ejemplificado en lo que se hacía en las estructuras metálicas, que era considerado como un adelanto tecnológico significativo, ya que se utilizaba como un componente estructural dentro de las edificaciones o como un sistema constructivo total. Los edificios construidos y reconstruidos en El Almendral, en su mayoría estaba presente la utilización de pilares y vigas metálicas, u otro tipo de refuerzo metálico incorporado a las obras con ladrillo, los que en el caso de los pilares no fueron disimulados o enmascarados, sino que se mantuvieron a la vista.[8]

También dentro de las ideas urbanas sobre la reconstrucción de Valparaíso, encontramos lo que dijeron 2 expertos en construcción: el director del Servicio Sismológico de Chile, Montessus de Ballore, y el Ingeniero Civil, Hormidas Henríquez. Ambos personajes comparten la idea sobre los motivos que produjeron que el barrio El Almendral, fuera la zona mas destruida por el terremoto de agosto de 1906, y realizan reflexiones acerca de cómo se debía ejecutar la reconstrucción de Valparaíso. Además, analizan sobre como construir algunas edificaciones de importancia dentro de la ciudad, y que no se debe hacer para evitar un nuevo desastre en el ámbito urbano. Ambos autores quisieron dar su aporte a la reconstrucción de Valparaíso, a partir de sus ideas acerca de las formas de construcción y de cómo observaron lo destruido en el terremoto de agosto de 1906 en El Almendral.

Montessus de Ballore, quien publicó en 1915 “Historia Sísmica de los Andes Meridionales al sur del paralelo del Siglo XVI”, vio que El Almendral estaba constituido por aluviones depositados por torrentes que bajaban de las quebradas, por arenas del mar y terrenos rellenados artificialmente, la mayoría de los edificios estaban construidos en base a armazones de madera y con material de relleno, lo que ocasionó que al producirse el terremoto los edificios construidos bajo ese suelo quedaron destruidos. Propuso construir 2 sistemas de cañerías independientes, ya que luego del terremoto, se desataron incendios en El Almendral, los cuales no pudieron ser apagados por que las cañerías estaban rotas por el movimiento sísmico, donde tomó como ejemplo lo sucedido en el terremoto de San Francisco en 1906, donde también hubo incendios los cuales fueron controlados ya que tenían sistemas de cañerías independientes, es decir, si no funcionaba uno, funcionaba el otro.

En tanto, el Ingeniero Civil Hormidas Henríquez, quien publicó en 1909 “El Terremoto de Valparaíso bajo su aspecto constructivo”, dividió a Valparaíso en 4 zonas de naturaleza geológica para explicar la magnitud del terremoto de 1906. El Almendral estaría en los terrenos con relleno natural por el arrastre de las aguas sedimentarias, aunque también estaría en la zona de terrenos rellenados artificialmente, lo que habría provocado la destrucción de los edificios, situación similar a lo vivido en el terremoto de la Ciudad de México en 1985, donde al está asentado en un terreno rellenado, sus construcciones cayeron con el movimiento sísmico.[9] La mayoría de los edificios estaban hechos con albañilería, menciona varios edificios que se cayeron en sus arcos, cornisas, techos, esquinas, entre otros elementos de construcción que estaban mal hechas y provocaron su destrucción. Propuso el concreto armado proyectado de forma cuidadosa, estudiada y construida, para así evitar que los edificios vuelvan a caer en caso de un nuevo desastre.

Además, dentro las formas de construcción como idea urbana, estaba la idea de un especialista en construcciones que apoyaba el empleo de concreto reforzado, tal como se había visto con Henríquez. En un artículo publicado por El Mercurio de Valparaíso el día Lunes 10 de septiembre de 1906, se tomó un articulo del “The Folletin” de la ciudad de San Francisco, el Ingeniero Juan Carson, que se consideraba como una autoridad de construcción de concreto reforzado, demostraba en este articulo de prensa, la manera de construir edificios con el sistema de concreto reforzado, que era contra incendios y temblores. Además esta clase de edificios reemplazaba a las sólidas construcciones con armazones de acero. Para el Ingeniero Carson, el concreto reforzado era la introducción de acero o hierro en cortaduras dentro de la masa de concreto, de tal manera y en tales posiciones y proporciones, que lo refuerzan de tal manera, como jamás lo será el concreto solo sin este refuerzo.[10] Además, se consideraba el concreto reforzado como no quebradizo.

Finalmente están las ideas urbanas a través de los movimientos arquitectónicos los cuales en Valparaíso se pueden identificar tres estilos que están mezclados y adaptados a las condiciones de la ciudad: la Arquitectura Historicista surge en la Escuela de Bellas Arte de París, dentro del movimiento cultural del Romanticismo y consistía en recuperar el lenguaje arquitectónico del pasado, como los estilos medievales incorporando algunas características del Siglo XIX como el neoclasicismo, que llegó a Valparaíso cobrando originalidad a partir de dos factores: primero, su adaptación al medio geográfico y segundo, su diversidad de interpretación, lo que hizo que tomara un estilo arquitectónico propio como la construcción de edificios colectivos sólidos. La Arquitectura Ecléctica nació en Europa en la segunda mitad del siglo XIX, el cual paralelamente se estaba desarrollando el Plan de Haussmann que consiste en copiar los estilos arquitectónicos anteriores para mezclarlos y hacerlos un estilo arquitectónico propio, el cual llegó a Valparaíso tomando una identidad local propia. Y el Movimiento Moderno o Modernismo era un estilo internacional pero con variantes locales, abarca la tecnología y el avance de nuevos materiales como el hierro.

6-Conclusiones:

Como conclusión se puede destacar varias cosas. Que la hipótesis vista en el inicio fue respondida en su mayor parte. La idea de orden se vio reflejada en las ideas urbanas en los discursos generales y en las formas de construcción vistas y la opulencia en los estilos arquitectónicos y en las ideas de formar nuevas ciudades. Faltó ver con mayor profundidad la influencia de los inmigrantes extranjeros y el aporte de personajes al Plan de Reconstrucción como Juana de Ross de Edwards, Domingo Víctor Santa María, Santiago Lyon, Alejo Barrios, entre otros. Otra conclusión a considerar es que el Plan de Reconstrucción no terminó después de 1910 por varios factores; como la demora en las expropiaciones, la llegada del invierno y la crisis económica que se vivió en el Centenario, a pesar de haber gastado dinero en la celebración. Finalmente, hay que destacar su aporte a la Historia Urbana de Chile y de Valparaíso, al tratar de observar un periodo histórico como la República Parlamentaria y analizar a la sociedad oligárquica, a través de la renovación urbana de Valparaíso, tras el terremoto de 1906. Además rescata la historia de un barrio como El Almendral, el cual es parte del patrimonio histórico de la ciudad, porque es necesario conservar, preservar y mejorar este barrio y a través de esta tesis se quiso dar cuenta de cómo logró su configuración actual.



Andrea
Licenciada en Historia mención en Estudios Culturales.
Universidad Academia de Humanismo Cristiano.


[1] Hardoy J. E. “La Investigación urbana en América Latina durante las últimas décadas”.  En: Coraggio, J. L. La investigación urbana en América Latina: Caminos recorridos y por recorrer. Quito: Ciudad, 1990.
[2] Chartier R. El mundo como representación: estudios sobre historia cultural. Series en CLA-DE-MA. Ciencias sociales / Historia. Barcelona, España: Gedisa 1999.

[3] Segovia O. y Jordán R. Espacios públicos urbanos, pobreza y construcción social. Serie medio ambiente y desarrollo, núm. 122, Santiago de Chile, Naciones Unidas, CEPAL, diciembre de 2005.
[4] Ver: Munizaga, G. Diseño urbano:   teoría y método. Santiago: Eds. Univ. Católica de Chile, 1997. Pág. 43. Chueca Goitia F. Breve historia del urbanismo. Series en El libro de bolsillo. Humanidades; 4650.Madrid: Alianza, 2000. Pág. 162. Romero J L. Latinoamérica: Las Ciudades y las Ideas. Series en Historia y cultura .Buenos Aires: Siglo Veintiuno, 2004. Pág. 275.
[5] Duarte P. y Zúñiga I. Valparaíso cosmopolita: los efectos de la disposición hacia la técnica como parte de un espíritu progresista del siglo XIX. En: Revista de Urbanismo, N°17, Santiago de Chile. Diciembre 2007. http://revistaurbanismo.uchile.cl/CDA/urb_completa/0,1313,ISID%253D728%2526IDG%253D2%2526ACT%253D0%2526PRT%253D20876,00.html.
[6] Ferrada M. Valparaíso, 16 de agosto de 1906. El desastre que sirvió como motor de desarrollo. En: Revista CA.  Nº 126. Santiago. 2006.   
[7] Duarte P. y Zúñiga I. Valparaíso cosmopolita: los efectos de la disposición hacia la técnica como parte de un espíritu progresista del siglo XIX. En: Revista de Urbanismo, N°17, Santiago de Chile. Diciembre 2007. http://revistaurbanismo.uchile.cl/CDA/urb_completa/0,1313,ISID%253D728%2526IDG%253D2%2526ACT%253D0%2526PRT%253D20876,00.html
[8] Op. Cit.
[9] Ducci Mª Elena. “El terremoto de México y las tareas de reconstrucción. ¿Una lección para América Latina?”. En: Revista Eure. Santiago. Dic. 1986, Vol.13, Nº 38. 
[10] El Mercurio de Valparaíso. Lunes 10 de septiembre de 1906. Pág. 5. “Un especialista en construcciones apoya el empleo de Concreto reforzado.”